lunes, 20 de diciembre de 2010

La muerte del presidente y el fracaso electoral acaban con la era Kaczynski

Varsovia, 14 dic (EFE).- La muerte en accidente aéreo de Lech Kaczynski, hasta entonces presidente de Polonia, y el fracaso electoral de su hermano Jaroslaw en el intento de sucederle han conducido al fin de la era política dominada por los polémicos gemelos, cuyo partido se descompone también.
Los 96 ocupantes del avión presidencial polaco perdieron la vida el pasado 10 de abril, tragedia que además marcó el final del tándem político formado por los hermanos Kaczynski, quienes entre 2006 y 2007 llegaron a ocupar la jefatura de Estado y de Gobierno del país, convirtiendo a Polonia en la única democracia en el mundo gobernada por gemelos.
Unos hermanos compenetrados a la perfección desde la infancia, que como políticos llevaron a la práctica una mezcla de nacionalismo, euroescepticismo, tradicionalismo y catolicismo capaz de despertar el temor de minorías sexuales, la indignación de sectores progresistas y la inquietud de la Unión Europea.
Esa era de los gemelos Kaczynski finalizó con la muerte de Lech, dejando a Jaroslaw sin su mejor aliado político, y obligado a tomar las riendas del partido Ley y Justicia (PiS), en medio del dolor y las críticas contra su hermano, a quien se acusó de ordenar aterrizar al piloto a pesar del mal tiempo, provocando el fatal desenlace del aparato.
"Mi hermano no era un suicida", explicaba en una entrevista con Efe semanas después de la tragedia, en un esfuerzo por mantener limpia la memoria del anterior jefe de Estado.
El deseo de luchar contra las difamaciones fue lo que llevó a un Jaroslaw todavía de luto a presentarse a las elecciones presidenciales anticipadas, el 4 de julio, en un intento de continuar los proyectos trágicamente interrumpidos de su hermano.
Kaczynski fue derrotado por la mínima por el candidato liberal, Bronislaw Komorowski, considerado como un político mediocre que, sin embargo, convenció a sus conciudadanos con un mensaje moderado de reconciliación nacional y colaboración con el Ejecutivo.
El tándem de los Kaczynski había representado hasta entonces a la Polonia más tradicionalista en permanente enfrentamiento con el ejecutivo dirigido desde hace dos años por el liberal Donald Tusk, que ha conseguido acercar de nuevo su país a Europa.
Mientras tanto, la desaparición de Lech y los malos resultados en julio abrieron la caja de los truenos, y los miembros de PiS descontentos se multiplicaron, incluyendo aquellos que acusan abiertamente a su líder de ser un político "demasiado radical" y de haber convertido el partido en una especie de "dictadura".
Una nueva derrota, esta vez en los comicios locales del pasado noviembre, dieron la puntilla a un debilitado Jaroslaw Kaczynski y provocaron que varios diputados de su partido abandonasen la formación para crear un grupo paralelo en el Parlamento bajo el lema "Polonia es lo más importante".
Al igual que algunos políticos conservadores, muchos polacos también están cansados del lenguaje de confrontación de Jaroslaw Kaczynski, acentuado considerablemente tras la muerte de su hermano, con quien fundó el PiS en 2001.
Desde el 10 de abril, Jaroslaw ha acusado a todos, desde Rusia hasta el Gobierno liberal polaco, de ocultar datos sobre el accidente, de "vender" Polonia a intereses extranjeros y de querer acabar con su partido por todos los medios.
El enrarecimiento de la vida pública polaca tuvo su escenificación el pasado agosto, cuando miles de polacos se enfrentaron por la llamada "Cruz de Kaczynski", una cruz de madera de algo más de dos metros colocada frente al palacio presidencial de Varsovia en recuerdo del fallecido presidente.
Durante casi dos meses, el palacio permaneció acordonado por la policía, protegido de los llamados "defensores de la cruz" y de los partidarios de retirar el símbolo, mientras Jaroslaw Kaczynski aprovechaba el clima de crispación para acusar a sus rivales de querer acabar con la memoria de Lech.
Las elecciones locales suelen ser vistas como sondeo ante las parlamentarias, que tendrán lugar en 2011 y que pueden significar el descalabro definitivo para Kaczynski, quien no consigue reponerse tras la muerte de su hermano, perdido en una retórica encendida que agota a los electores y anticipa su fin. EFE

No hay comentarios: